Principios Pedagógicos
Escuela cultural, inclusiva y abierta
Planteamos como principio una escuela abierta a la comunidad, a sus necesidades y propuestas. Un espacio cultural reflexivo frente a los procesos y vivencias culturales y sociales, posibilitando una apertura de las aulas educativas formales hacia experiencias enriquecedoras de encuentro, diálogo y convivencia con otras fuentes de conocimiento. Como objetivo en este eje se plantean investigaciones, seminarios, charlas y conversatorios abiertos a la comunidad de Lo Barnechea, de manera periódica y sistemática, tanto en educación, salud, crianza, ecología, como en temas de realidad y contingencia nacional.
Cada niño es un mundo
Cada niño y niña trae un mundo particular en sí mismo, ese mundo es propio e individual, por lo cual no debe ser comparado, presionado, apurado ni desviado en relación a estándares, mediciones u otros elementos que puedan entorpecer su proceso. Esta particularidad especial que trae cada niño y niña en sí, debe ser guiada a través del amor, la comprensión, el cuidado y la observación constante del maestro, la familia y cuidadores, para encaminar así un desarrollo pleno de los talentos, dones y habilidades de cada uno. El niño es más que un cuerpo en espera de ser un adulto. Está viviendo su propia etapa y esta es válida en sí misma, no una preparación para la siguiente.
Formación humana integral
Nuestra escuela mira al ser humano desde su totalidad, abarcando y formando integradamente cada área de desarrollo: física, social, afectiva, emocional, cognitiva, artística, espiritual. Nuestro programa educativo permite un desarrollo armónico de cada espacio de desarrollo de nuestros niños y niñas, permitiendo un crecimiento sano y alegre, respetuoso de los procesos, tiempos, ritmos, habilidades y talentos individuales, formando seres humanos felices, autónomos y comprometidos con su entorno social.
La importancia del maestro como guía
Entendemos que cada niño y niña tiene intereses y talentos, que si no se estimulan por estar marginados del currículum tradicional se pueden transformar en capacidades desaprovechadas. El ojo del profesor debe identificar el área en que cada niño encontrará su logro y desarrollará sus dones, validándolos ante él y la comunidad.
Educar para la paz
Es educar para un futuro más humano, más sano, más responsable, más consciente y más feliz. La escuela debe ser el sitio de confluencia de acciones, valores, pensamiento y sentimientos dignos de ser imitados, por lo que si guiamos el pensar y el hacer de nuestros niños y niñas bajo los valores del amor, la solidaridad, el respeto y la responsabilidad, serán capaces de forjar sus vidas en ello, contribuyendo desde cada área en que se desempeñen a futuro, a ser agentes de cambio en el mundo.
Curriculum Flexible y Abierto
Vemos el curriculum como principal móvil en la vida cotidiana de su comunidad. Para dotar de sentido real a la vida escolar, es necesario que éste canalice las inquietudes, propuestas y necesidades de la comunidad en que la escuela se sitúa. Por ello, nuestro curriculum está en permanente reflexión, revisión y evaluación por parte de los agentes integrantes de la comunidad escolar: niños, docentes, colaboradores y apoderados, quienes, a través de propuestas o intereses, deciden los temas a tratar en las diversas áreas y materias. En este sentido, los apoderados cumplen un rol cívico esencial, al participar en las decisiones de la comunidad y tomar posición frente al futuro a través de ella.
Experiencias significativas de enseñanza-aprendizaje
Como eje fundamental planteamos la elaboración de metodologías experienciales de enseñanza y aprendizaje. Es decir, que vinculen las emociones con el conocimiento al mismo tiempo que sean capaces de resguardar la motivación genuina por aprender, conocer y vivir. La educación hoy, debe ser experiencia viva, directa, sin mediadores, que permita despertar las facultades anímicas y volitivas personales de cada niño y niña, a través del contacto permanente con su entorno, sus pares y sus ejemplos a seguir, teniendo la emotividad como principal elemento propicio al aprendizaje significativo.